Así que me levanto a las 4:30 para estar en el muelle a las 5. No había agua en el Consorcio y me tuve que echar una xepu xepu con el agua de los baldes. Me da raid un CPF con su taxi y llego al muelle municipal que ya están subiendo en las pangas. Parece ser que han adelantado la hora de zarpe a las 5:30, la hora del amanecer. Compro mi boleto panga numero 4. Y empieza el largo viaje.
Llegada a Rama a las 8. Una hora para ir al mercado y desayunar café con tortillas y cuajada, descubrimiento de Jimmy. Tiempo para pasar delante de una pulpería y recibirregalar una sonrisa bonita. El segundo bus y regalados va medio bus vacío y puedo ocupar dos asientos. Hora de llegada a Managua, 2:30 y un sol de justicia. En la capital el clima es seco y se siente más el calor. Taxi para Bolonia, a TicaBus a recoger a Carla.
Las 3:20, estoy sentada esperando cuando alguien se me acerca corriendo por detrás. Carla!! Y brinco para abrazarla y nos fundimos en un gran abrazo con milsonrisas y milgritos y una gran felicidad. Por fin, un gran y sincero abrazo. Esperamos que salga su maleta y agarramos un taxi enfrente de la UCA para Granada. Por cierto, de camino a buscar a Carla pasé por algunos de los lugares a visitar de Managua, el taxista era buen hombre y agarré su número para si algún día un tour managüense.
Y sale un minibús express a Granada en unos minutos. Una hora más de viaje, llegamos a la Iglesia La Merced e intentamos orientarnos. Y es que la seña es: dos cuadras al sur y unaymedia al oeste. Parecía un poco difícil pero finalmente lo logramos, llegamos a la casa, una típica casa andaluza con su patio interior con plantas y flores, sus mecedoras que nunca faltan en las casas nicaragüenses y buen ambiente. Es la casa de Raquel Ibarra, hermana de una amiga de la Castro que alquila el cuarto con pensión completa por 13$, no está nada mal. Granada es una ciudad muy turística y los precios van de acuerdo con el precio que pueden pagar sus visitantes gringos.
Nada más llegar y mientras estoy en la ducha algo pasa. La mujer que vive al lado empieza a gritar, Carla y Raquel van hacia allí, la mujer está desmayada y cuando la van a levantar para llevarla al hospital vomita. Luego sabremos que se había intentado suicidar. Nos instalamos, cenamos y salimos a pasear y a tomarnos unas toñas. Vamos a la Calzada. Una calle de nueva construcción repleta de bares y restaurantes. Bares y restaurantes repletos de gringos, y se me hace muy extraño ver a tanta gente blanca junta. Nos sentamos, pedimos, y el hombre de la mesa de al lado nos dice “que sou catalanes?”. Y compartimos algunas palabras pero pocas, tiene ciertos niveles de prepotencia que no nos acaban de gustar. Al cabo de nada llegan niños, niños pidiendo reales con un bote de cola en la mano.
Hablo con uno de ellos, uno que no anda ningún bote, le pregunto si no tiene sueño. Me dice que sí, pero que no puede regresar a casa si no tiene reales.
Día cansado, día de largos viajes para una y para otra, día de intercambios y de puestas al día. Es hora de ir a dormir.
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