Buenos días! Estamos a lunes, son las 6 de la mañana y aquí no se puede dormir más…A las 5 se han oído unos petardos y unas sirenas y la música no para nunca…Primero de todo situaros, dejé el escrito el sábado por la mañana, cuando me acababa de levantar y estaba en el Hotelito Kelly y es allí donde empieza mi relato.
Habíamos quedado con el Ing Juan a las 8:30 de la mañana, nosotros tan puntuales bajamos a las 8:15 para desayunar algo en la sombra del bar mientras un hombrecillo limpia la piscina bajo el ya sol caluroso, cielo bastante despejado aunque con alguna nube. Nos costó un poco aclararnos con la camarera pero al final nos trajo un sándwich bien relleno para Lorena y para mi, un gallo pinto para Mateu (gallo pinto es el desayuno típico de aquí que consiste en arroz con frijoles, pan tostado, una loncha de jamón ahumado , un trozo de queso de gusto bastante fuerte y huevos al gusto) y Albert unos huevos con jamón. Lorena pidió un té que se lo trajeron con hielo y que, alarma alarma, no bebió. Hay que pedir té caliente porque sinó te lo traen con hielo y no sabes de dónde viene el agua…Así que con calma esperamos una hora a que el Ing Juan llegase a las 9:30, ya se sabe, hora nica hay que contar una hora más cuando quedas con alguien; pero no nos estresamos, ya estamos immersos en este ritmo tan saludable.
Pues bien, salimos del hotel y eso es un torrente de sensaciones, colores y más colores, rótulos extravagantes, coches que circulan anárquicos, cláxones que no dejan de sonar sin ningún motivo aparente, calor, gente sentada en cualquier silla, tenderetes de comida, casas destartaladas y otras no tanto, Mateu saca su pepino de cámara y ya todo el mundo se nos queda mirando…No había pensado que obviamente cantaríamos tanto, Managua no es una ciudad turística y son contados los blancos que deben de ver por allí. Así que bajo un sol que a las 10 de la mañana ya es de justicia, nos dirigimos a Datatex, a unas pocas cuadras de nuestro hotel (en Nicaragua las direcciones se dan con el numero de cuadras a contar desde un punto de referencia que todo el mundo conoce). Hay música por todos lados, olores, colores, ruidos y sonoros. En los semáforos, que son horizontales, se ponen hombres mujeres y niños estáticos y con un saco en la cabeza o en la espalda esperando para que algún conductor les compre su alimento (dulces, fruta, agua en bolsas,…). Los coches los hay de todo tipo, desde Hammer hasta 4L que llevan gente en el maletero.
Aparece el rótulo de Datatex muy moderno y muy grande, entramos en el polígono y aparece una tiendecilla más bien cutre con una mesa y un ordenador “Redes Datatex”. Tienen el material ya preparado, pero les faltan dos bobinas de cable así que compramos canaletas en su lugar. Y después de muchos vaivenes acabamos comprando allí mismo una CPU para usar como servidor, dejamos el intento de servidor enrackable porque comprarlo en Nicaragua es extramadamente caro, ya se comprará más tarde y lo hará Judit (frase muy recurrente y muy utilizada últimamente). Quedamos con los de Datatex que nos llevan a nosotros y el material hasta la terminal de bus y que pasamos por el hotel a recoger las maletas. Finalmente hemos decidió coger el bus de las 2 de la tarde para llegar a Rama a cenar y a dormir antes de coger la panga. Recogemos las maletas y paramos en una tiendecilla para comprar los chips, nos demoramos bastante y el conductor que tenía que plegar a la 1 se pone un poco nervioso aunque, muy educado, no dice nada.
Bueno, les cuenta algunas cosas a Alberto y Lorena que estaba con él esperándose, entre otras cosas que cobra 1000 córdobas cada quince días, esto sería amigos unos 50$...en fin! Son la una pasadas y Juan tiene miedo de que no queden boletos ya, pero como todos nos sale rodado aun quedan J, los compramos y venga a cargar todas las cajas y las maletas en el maletero. Compramos agua y un poco de fruta para llegar hidratados a Rama , subimos al bus y me intento encajar en mi asiento, no quepo, de verdad, las rodillas se me aprietan contra el asiento de delante, promete ser un viaje durillo.
Gente se queda de pie y entran unos niños vestidos de payasos, me pregunto qué harán aquí. Me parece muy feo darles dinero para hacerles una foto, qué somos? Blancos llenos de pasta seres superiores que nos sobre el dinero que a ellos tanto les cuesta de ganar? Qué son? Títeres, marionetas, animales de circo ? Al final resultó que estos payasetes hacían un espectáculo en medio del pasillo y cogieron a Albert y…” es pura dinamita!!” “Pero tanta dinamita….que le quedó pequeñita la mechita!!” jajaja! Muy bueno! Pues bien, en ese pasillo pasaron tantos y tantos vendedores de comida que subían y bajaban entre la gente que viajaba de pie…y cuando parecía que no cabía nadie más siempre subía uno más! Y así transcurrieron 6h y 45 minutos, atravesando montañas rocosas, pasando “casas” al lado de la carretera con sus gentessinsprisa, con vendederos subiendo y bajando y vendiendo desde abajo por las ventanillas, y parajes más bien de FarWest que de la verde Nicaragua, esto es Juigalpa y Chontales. Vimos niños jugando a lanzar el lazo, hombres con sombreros, caballos y tiendas de sillas de cuero.
Oscureció y ya no vimos más hasta que a las 9 de la noche llegamos a el Rama, nos querían cobrar 500córdobas por los bultos pero Juan regateó a 300, como intentan sacar dinero de donde pueden…EL bus nos dejó ya al lado del muelle donde había un Hospedaje (Hospedaje Gonzalez) muy barato, tanto como 2,8$ pero bastante cutre. Una cosa que me ha sorprendido es que sólo ponen una sábana, yo la usé para poner debajo y no me tapé. Había una mosquitera en la cama, necesario ya porque nos acercamos al Caribe, y el servicio no tenía ni luz, ni agua corriente, ni papel.
Fuimos a cenar a un restaurante que estaba bastante bien, yo pedí pollo en fajitas pensando que serían fajitas cual mejicanas, pero no no, era pollo empanizado que dicen aquí, como siempre acompañado de una mini ensalada y un poco de arroz, y para beber una Toña por favor!
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