Y ya estoy en el hotelito Kelly, son las 7:15 de la mañana y hace horas que es de pleno día, suena un gallo de fondo. Me he estado despertando durante toda la noche, bueno mejor sigo donde lo dejé. Daniel, el hombre con el que intimé, cooperante de Habitat y dirigiéndose a Puerto Cabezas, me dejó su asiento al lado de la ventanilla para poder dormir, un encanto. La verdad es que el vuelo se hizo largo, llegábamos a las 20:30 a Managua. Impresionante el aterrizaje, una enorme extensión de puntitos de luz a nivel de tierra. Un poco más y nos dejamos un CISCO en el avión, aix Mateu…Los nervios se hacen presentes entre los otros tres.
Mientras hacemos una enorme cola para pasar la aduana (y pagar 5$) encendemos los móviles y…sorpresa, yo no tengo cobertura. Más tarde deduciremos que sólo los Movistar tienen cobertura, serán problemas entre operadores, Mateu no tiene conexión con el mundo exterior y se pone nervioso. Pues bien, pasamos, recogemos las maletas y en el “control” casi que ni nos piden el pasaporte. Tantos nervios para esto? Bienvenidos a Nicaragua!! Nos invade un calor y una humedad muy apetecible.
Afuera, manadas de cooperantes “el Ayudante” “Habitat” “(y unos con camisetas con un cruz)” esperan su transporte propio. Hombres gritando “taxi, taxi, taxi!”, autobuses americanos con el típico School Bus sacados de los Simpson y una niña bastante bien vestida que nos pide dinero. Juan se acerca y nos da la bienvenida, nos dice que se va a buscar un taxi así que esperamos, y esperamos y…aparece sin taxi. Que le sigamos dice. Juan es un hombrecito de piel morena y pelo oscuro, originario de Matagalpa y con una forma de hablar muy particular que cuesta un poco de entender. Llegamos al taxi, bien es decir, llegamos a un vehículo destartalado con capacidad para 4 personas y el conductor.
Mientras metemos las maletas (que por cierto no caben todas en el maletero) me pregunto como vamos a caber…Juan lo soluciona rápidamente con un “dos pequeñitos vamos delante” y mientras el conductor hata con un hilo el maletero del coche. Sí, tal cual lo he dicho…Nos dirigimos al hotelito Kelly donde Juan nos ha reservado habitación. Teníamos intención de ir a otro más barato pero este está cerca de Datatex (la tienda donde compramos los equipos) y Juan es el que manda.
Parece que nunca acabamos de llegar a Managua, que no llegamos a ningún núcleo urbano, y me choca el darme cuenta que sí, que hace tiempo que hemos llegado, que eso es Managua. Que ese enjambretelaraña de casas de a nivel de tierra, de calles mal (o sin) asfaltadas, de gentes tomando la fresca y oscuridad por doquiera, de eso que se parece a un camping de anarquía, eso es Managua. 8$ de taxi, nos dan el cambio en córdobas y nos fiamos porque aun no tenemos la conversión por la mano (aunque de hecho es tan fácil como : 20 Córdobas son 1 dólar) y cogemos dos habitaciones dobles. Dejamos las maletas y bajamos al bar, a media luz pedimos 5 toñas (cerveza típica bastante floja para los amantes de la cebada pero con buen gusto), con musiquita de fondo, una piscina iluminada y tranquilidad nicaragüense.
Mateu pide pollo frito (alimentación base de Nicaragua, pooollo!) i Albert una hamburguesa. En España son las 6 de la mañana, tal cual si hubiésemos salido de noche y estuviésemos haciendo la ultima cerveza. Hablamos un poco de todo y de nada y concretamos el plan para mañana. Debo decir que sacar algo claro de Juan cuesta lo suyo, paciencia. Mateu se sumerge en su plato y nosotros acabamos concluyendo que mañana por la mañana iremos a Datatex, luego a Enitel para comprar un chip (léase una tarjeta SIM) y entonces está la duda de si coger el bus para El Rama a la tarde o a la noche. Aunque no veremos nada, será mejor de noche porque no hace paradas y pasamos la noche en el bus legando a Rama para esperar que amanezca y montarnos en la panga. Hemos quedado a las 8:30 con Juan. A qué hora llegará? Qué pasará hoy? Ya os contaré…EL tema del servidor sigue en el aire, intentaremos ir a HP a ver qué.
Es un hecho, estoy cansada y mentalmente agotada de oir a una cotorra, sólo pienso en lo tanquila que me quedaré…Por lo demás, mañana os cuento, que nos levantamos a las 4:30.
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