El sábado por la mañana acompañaba a la Allison y la Maria (su mama) a comprar al Mayoreo, todo bien. Cuando llegamos a su casa me dolía mucho la espalda y no me encontraba muy bien así que me tumbé un ratito, cuando me desperté estaba hirviendo en temperatura. La Maria quería llevarme al hospital pero yo ya me imaginaba qué tenía y ambas doctoras me lo confirmaron: dengue. Y es que en Bluefields hay un gran brote.
A tomar Acetaminofén dos dosis cada 6h, pero por la noche era tal mi temperatura que la Maria se asustó y me llevó al hospital. Allí me sacaron sangre y me hicieron un análisi de orín para decirme que tenía dengue e infección de orina. No jodas, si a mi no me pica nada, pensé. El médico era muy humano, eso sí, pero un poco bruto. Me dijo más tarde la Dra Castro que era el dengue que alteraba el resulado del análisi de sangre, muy bien doc.
Me pasé todo el domingo en pura fiebre, teniendo solamente unas horas de tregua. Y así el lunes más de lo mismo, sin hambre y sin fuerza para hacer nada. En una de esas horas de tregua llegué al Cyber a imprimir los billetes para salir el martes. Llamé a Jaume quien me hizo un gran y cómplice visita, le digo que algo de bueno tenía que tener no haber podido viajar el sábado. Ya la noche del lunes al martes no tuve apenas temperatura así que estaba más o menos para viajar.
Me acompañó la Allison, después autopagarse los favores, y a las ocho agarraba el primer vuelo del peor viaje de mi vida. 20h de Managua a Barcelona, con alguna subida de fiebre, con el estómago girado y con la cabeza del revés, sin poder pegar ojo en todo el viaje.
La verdad, pensé que nadi me vendría a buscar. Alba hizo lo posible pero cómono, quien estaba ahí era Aura y Andrea, no saben cuánto las quiero y cuánto se lo agradezco. Creo que no hay peor cosa que llegar a la ciudad de una, después de 6 meses fuera, enferma y que nadie se digne a llegar a buscarte pudiendo venir. Lo hecho hecho está y en el recuerdo queda gravado.
Les escribo desde una ratonera en el barrio de Sagrera, dicen que es mi casa, yo no creo. Leti en su casa me hacía sentir en mi casa, la Dra Castro en la suya también, los muchachos del Consorcio cada uno en su cuarto también, para la Dania su casa era mi casa... Pero no aquí.^
Pero aquí estoy, y aunque si pudiese escoger escogería las (in)comodidades nicaragüenses con sus grandes espacio, adaptarse o morir (o evolucionar).
Creo que aquí se terminan mis des(a)venturas
Gracias atentos lectores
Pero todavía no se vayan
les guardo una última cadencia
.
3 comentarios:
Hola cuca,
M'alegro que hagis tornat bé, encara que no me n'alegro gens de l'estat en què has tornat (físic i anímic). Per cert, et veig primíssima a la foto de més avall. Serà el gallopinto.
Ànims... vine'ns a veure!
me puedes agregar a armand_ruiz_gabernet@hotmail.com? gracias!
Casum, he anat seguint tota l'aventura amb intermitències. Com pot ser que perdessis el vol, i com pot ser que hagis agafat dengue, noia, vaia final de viatge més mogudet.
Per sort ja ets a casa, però... que no vius a casa teva? QUè hi fas en u pis a Sagrera?
Ja m'esplicaràs, ara descansa i anima't !
PEtunikus !
Publicar un comentario