jueves, 9 de julio de 2009

···Camino a Managua___Viernes 3 julio 09

Amanecí con una última despedida y con un último desayuno de la vieja, de regalo dos gorras. Me fuí al Consorcio a hacerme las maletas, apareció Moisés a regalarme unas pulseras que había hecho él mismo, apareció Espinoza a regalarme un pijama firmado por todos los importantes del Consorcio junto con una camiseta suya que una vez le había dicho que me gustaba. Apareció la Marwill a regalarme un bonito cuaderno rosado. Apareció Peter a regalarme la pelota de biesbol que una vez ya me dió y me volvió a pedir.

Llamé a Zoila y me dijo que no había llegado la Directora, quedamos que yo le hacía llegar por Moisés mi dorección de e-mail y la postal y que me enviaría la carta.

Conseguí treminar la maleta a eso de las 9. Fuí al hospital a hacer la prueba con San Pancho, y fue un fracaso. Es decir, el enlace sí funciona porque yo podía hacer ping hasta la máquina del puesto de salud, pero allí tenían dos problemas: uno era que el teléfono permanecía en “Initializing Network” y lo extraño es que ese teléfono se llevó al hospital para probarlo y funcionaba lo cual me hace pensar que el problema puede estar en la centralita; dos era que no les llega Internet aunque se conecte la PIU directamente al PC.

Quise acceder a la centralita pero el usuario y contraseña que constan en el TFC de Lluc no sirven, y envié un e-mail pidiendo ayuda pero no funcionaba la lista de distribución.

Carlos hasta tubo que poner su planta pero ya a las 10 le dije que lo dejáramos. Y así se ha quedado la cosa, por lo menos el enlace funciona.

A las diez llegó Jimmy, le había pedido que me consiguiera una artesanía para mi abuela Laura y me trajo dos: un velero y un botecito; de regalo dijo.

Le expliqué cómo estaba la cosa y entre los dos trasladamos todo el material al cuartito del rack que ya habían finalizado, lo único que falta son las puertas del armario. Lo único que no pude trasladar fue el servidor, pero Jimmy dijo que se iba a encargar de ello y que me enviaría una foto.

En principio a las 10 tenía que hacer yo una presentación con gran parte del personal del hospital para explicar cómo había concluido mi estancia. Eran casi las once y las doctoras estaban reunidas y de hecho yo tampoco la tenía preparada. La estaba haciendo cuando me llamaron Connie y Dania que estaban en el Consorcio, que llegase. Y me pasé un ratito hasta que me llamaron para que llegase al Auditorio a hacer la exposción frente al Consejo de Dirección.

Después de la introduccón de la Dra Castro empezé mi exposición. No había terminado de explicar todo cuando la Dra Castro me cortó y la Dra López hizo un bonito discurso de agradecimiento y me obsequiaron con un diploma. También se lo dieron a Jimmy, Moisés y me llevé los tres de Lorena, Alberto y Mateu. 

Yo quería decir algunas palabras de agradecimiento también pero sentí que la gente tenía prisa por ir a almorzar, ya eran casi la 1. Así que la mayoría de gente se esfumó cuando terminó el acto y los, de hecho, importantes nos quedamos tomándonos fotos.

Fuimos a almozar no sin antes despedirme de Jimmy y darle muchas gracias y un caluroso abrazo. Almuerzo de mis pelotas de carne favoritas y pasé por UCI a buscar a la Connie y la Dania para estar con ellas un último rato antes de las 2:30 que nos íbamos para el aeropuerto. Pero la prima de Connie no había llegado y ellla no podía irse así que me quedé con Dania afuera tomando fotos a todo el hospital.

Ya a las 2:15 le dije a Connie que saliese ni que fuese un ratito. El tiempo de llegar al cuarto y la camioneta ya estaba en el Consorcio. Me despedí de ellas dos y me monte en la pila de la camioneta porque iba llena, la Dra Castro, la Susy, la Zuhayra y la Leti iban dentro.

Llegamos al aeropueto a un cuarto para las tres, pagué mi boleto y gracias a los contactos de la Dra Castro no tuve que pagar exceso de equipaje. Le di la llave del cuarto a la Dra quien me dijo que habían conseguido que ese cuarto se guardase para la próxima persona de TSF que llegase a hacer una estada de largo tiempo.
Nos dijeron que el vuelo iba a salir temprano y que tenía que pasar ya a la sala de espera. Me despedí, las lágrimas ya estaban derramadas y de hecho yo no era muy consciente de lo que pasaba. Me esperé en la sala hasta un cuarto para las 4 que llegó la mini avioneta. Y digo mini porque para entrar en ella cualquier persona se tiene que agachar de sobremanera. Hay tres filas asientos y en total caben unos 15 pasajeros enlatados detrás mismo de la nuca de los pilotos. 

Espectacular la vista desde la avioneta, puro verde húmedo salpicado con los zincs plateados u oxidados de las casas esparcidas por la RAAS. Una buena imagen de despedida.

Hice una cabeceadita, no mucho ya que a las 4:38 ya estábamos aterrizando en Mangua después de algun momento de fuertes turbulencias. Y allí estaban Allison y Elvis y Hansel esperándome. Fuimos al hotel a dejar las maletas y luego fuimos a casa de Allison donde cené con la familia para regresar a mi cuartito y dormir plácidamente.

.

No hay comentarios: