lunes, 25 de mayo de 2009

···Domingo de reposo___Domingo 24 mayo 09

Me despierto a las 10 y poco, 7 llamadas perdidas de Leti, qué querrá? La llamo y la llamo pero no contesta. Ni modo, es gracioso ver el postbacanal, cómo cada cual va saliendo de su madreiguera con cara de ufmenudafiesta y quégomaqueando. Duchadita profunda y me acerco a casa la Dra aCastro en una ya relisgiosa visita de domingo por la mañana. Me tiro un jugo de piña para rehidratarme de la noche anterior, platicamos un poco. Hoy me cuenta de su niñez, de cómo su madre llegó a Diriamba de la finca de sus padres buscando qué estudiar. Que encontró al padre su sus hijos, que estudió para maestra mientras ya ejercía cómo maestra empírica y criaba a sus 7 hijos. De cómo el padre de sus hijos se quedó con todos sus ahorros que iban destinados a comprar una casa, cómo la familia de él se los repuso y compraron una casa que hasta tenía agujeros en la puerta de entrada. De su mama la fue arreglando poco a poco hasta tener una preciosa casita y de cómo las bombas de la revolución del 79 incendiaron la casa con todo lo que en ella había. De cómo volvió todo a empezar.

Consigo las llaves y cuándo subía al Consorcio me llama Connie, dale pues a la 1. Almuerzo en el Consorcio, Adac no me da detalles de su polvo rápido de ayer noche, y llamo a Connie pero no contesta, vaya ya estoy montada en el taxi. Dele pues, déjenme en la Iglesia Tabernácula. Pero Leti no está, sigue sin contestar. Ya me voy retirando andando bajo el ardiente sol cuando aparece Alex en la camioneta del MINSA, bien! Me monto y le digo que voy al Consorcio, pero me llama Connie que no tenía batería. Alex, dejame en la parada de Pancasán porfa. 

Y mientras espero, me deleito con las vistas. Pancasán en un barrio un poco pobre, subido en una especie de cerro. Calle abajo bajo una calle de lodo con una repisa de asfalto. Calle abajo bajan las casas y se mira al fondo el agua turbia de la bahía con contraste del verde de la flora.

Nos vamos al Luna’s Ranch. Pasamos horas y horas hasta que sentimos que nos corren porque se llena de gente para la cena. Vamos pues al cuarto y nos quedamos mirando algún capítulo de The L Word. Efectivamente, Connie se parece extrañamente a Bette, y parece ser que no soy la única que lo piensa. Por cierto, han visto alguna vez una persona durmiendo con los ojos abiertos? Y cuando digo abiertos digo bien abiertos. Menudo susto me pegué yo cuando me desperté y la miré mirándome y sin moverse, no está muerta, respira, pensé. Sus ojos parecían como velados por una tela fina semitransparente de inactividad, que con su mirada de párpados caídos le otorgaba un aspecto bastante fantasmagórico y sobrenatural.

Bien, muy bien. Cómo diría Adac. Paso por el cuarto de Susy que me regala un poquito de cena y a dormir que falta gente. Una llamada a las 11:30, Debora, que está en el Cima, pero se corta. Estás de broma, me retiro del bacanal.

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