Y más paz. Solamente la voz de la Neli que se encarga de despertarnos a todos. Algunos de levantaron con bastante goma, yo no. Me paso la mañana sin hacer nada. Esperando y sin esperar una llamada.
Tomando el sol en mi pareo sobre el cimiento del patio leyendo a Omar Cabezas en su La montaña es algo más que una inmensa estepa verde. Mis manchitas más que desaparecer se están regando.
Llega Cleveland y almuerza con nosotros. Ayer me llamó para ir a la Trocha, el camino que llega hasta San Pancho, pero no pude. Es buen chavalo pero intenta imposibles, pobrecito. Y así paso la mañana, leyendo, trabajando y pasando sin hacer nada. Por la tarde voy a casa la Leti a que me haga las trenzas, Ethan vuelve a estar enfermo, este niño hay que llevarlo a que lo operen.
E hice el error de traerle una Toña a Leti, se me enbola y aunque me hace las trenzas más socadas que la otra vez, me deja unos pelitos largos aquí en el flequillo. Qué dolor! Es tarde ya, voy al Consorcio y la Flor me llama a la Simel para que llegue y vayamos donde la Maria.
Dice que ya se pensaba que no iba a llegar, pero suerte que llegamos. Qué rico estaba el gallopinto con coco y una que es fanática del coco. No, no me olvidé ninguna h.
Con esto que estábamos platicando con la Maria, nos cuenta que este año estuvo enferma, que una doctora del hospital le dijo literalmente que solamente tenía para unos días. Así que reunieron dinero sus hermanas y la llevaron a Managua dónde ni la atendieron en emergencias. No entendí muy bien cómo fue la cosa, la conclusión es que sólo tenía un riñón de nacimiento. Me hace reír cuando le preguntamos por el padre de los niños y nos dice que son del aire.
Y llaman a la Simel. Un grupito del hospital que están en el Cima. Ni modo, habrá que ir! me autoimpongo la excusa que si no me embolo hoy no voy a dormir con el dolor de las trenzas. Y qué coño, tengo ganas de bailar. La Flor y Hermínia se apuntan con nosotras y cuando llegamos está todo el mundo sentado, nadie en la pista. Ya.
Aparece Carmelo con el Dr. Coronado. Carmelo me saca a bailar y así se empieza a llenar la pista. Yo había mirado una pareja de cheles ahí al lado pero no había puesto mente. Carmelo me dice que son los que andaban preguntando por lo de telemedicina, me los presente. Y efectivamente son de DESOS, estaban haciendo noséqué de una cooperativa en San Pancho, pero sólo por dos semanas, ahorita se van una semana de vacaciones. Intercambio lo mínimo con ellos debido a las relaciones tensas que ha habido con DESOS y me retiro a nuestra mesa. Bueno, me retiro por poco tiempo porque me paso de las 9 de la noche a las 2 de la mañana bailando sin parar sudando y chorreando. Pero chorreando señores quieres decir que los pantalones los tenía completamente mojados y no era de pipi ni otras cosas.
Fue una noche interesante. Noche de bailamos? es que tengo sed, por qué no me invitas a un trago antes? Y así solucionaba mis deshidrataciones. Y de repente Cima volvia a perecerse ambiente y una chavalita, y un Negrón, y uno que decía ser militar, y otro albañil y hay me cansé y sigo bailando con Alexander de rayosx. Todos van desertando, hasta que queda el Dr Alonso, Alexander y yo. Tras un movimiento raro homofóbico y no hacia mi que creo haber descifrado y que no me gustó, taxi y para casa.
Duermo como un ángel con un número de teléfono bajo el brazo y ni mi acuerdo del infierno de las trenzas.
Tomando el sol en mi pareo sobre el cimiento del patio leyendo a Omar Cabezas en su La montaña es algo más que una inmensa estepa verde. Mis manchitas más que desaparecer se están regando.
Llega Cleveland y almuerza con nosotros. Ayer me llamó para ir a la Trocha, el camino que llega hasta San Pancho, pero no pude. Es buen chavalo pero intenta imposibles, pobrecito. Y así paso la mañana, leyendo, trabajando y pasando sin hacer nada. Por la tarde voy a casa la Leti a que me haga las trenzas, Ethan vuelve a estar enfermo, este niño hay que llevarlo a que lo operen.
E hice el error de traerle una Toña a Leti, se me enbola y aunque me hace las trenzas más socadas que la otra vez, me deja unos pelitos largos aquí en el flequillo. Qué dolor! Es tarde ya, voy al Consorcio y la Flor me llama a la Simel para que llegue y vayamos donde la Maria.
Dice que ya se pensaba que no iba a llegar, pero suerte que llegamos. Qué rico estaba el gallopinto con coco y una que es fanática del coco. No, no me olvidé ninguna h.
Con esto que estábamos platicando con la Maria, nos cuenta que este año estuvo enferma, que una doctora del hospital le dijo literalmente que solamente tenía para unos días. Así que reunieron dinero sus hermanas y la llevaron a Managua dónde ni la atendieron en emergencias. No entendí muy bien cómo fue la cosa, la conclusión es que sólo tenía un riñón de nacimiento. Me hace reír cuando le preguntamos por el padre de los niños y nos dice que son del aire.
Y llaman a la Simel. Un grupito del hospital que están en el Cima. Ni modo, habrá que ir! me autoimpongo la excusa que si no me embolo hoy no voy a dormir con el dolor de las trenzas. Y qué coño, tengo ganas de bailar. La Flor y Hermínia se apuntan con nosotras y cuando llegamos está todo el mundo sentado, nadie en la pista. Ya.
Aparece Carmelo con el Dr. Coronado. Carmelo me saca a bailar y así se empieza a llenar la pista. Yo había mirado una pareja de cheles ahí al lado pero no había puesto mente. Carmelo me dice que son los que andaban preguntando por lo de telemedicina, me los presente. Y efectivamente son de DESOS, estaban haciendo noséqué de una cooperativa en San Pancho, pero sólo por dos semanas, ahorita se van una semana de vacaciones. Intercambio lo mínimo con ellos debido a las relaciones tensas que ha habido con DESOS y me retiro a nuestra mesa. Bueno, me retiro por poco tiempo porque me paso de las 9 de la noche a las 2 de la mañana bailando sin parar sudando y chorreando. Pero chorreando señores quieres decir que los pantalones los tenía completamente mojados y no era de pipi ni otras cosas.
Fue una noche interesante. Noche de bailamos? es que tengo sed, por qué no me invitas a un trago antes? Y así solucionaba mis deshidrataciones. Y de repente Cima volvia a perecerse ambiente y una chavalita, y un Negrón, y uno que decía ser militar, y otro albañil y hay me cansé y sigo bailando con Alexander de rayosx. Todos van desertando, hasta que queda el Dr Alonso, Alexander y yo. Tras un movimiento raro homofóbico y no hacia mi que creo haber descifrado y que no me gustó, taxi y para casa.
Duermo como un ángel con un número de teléfono bajo el brazo y ni mi acuerdo del infierno de las trenzas.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario