jueves, 9 de abril de 2009

··· Conociendo una mujer bella de tez morena___Martes 7 abril 2009



Me levanto con los bramidos de las chavalas a las 6:30 gritando a pleno pulmón que qué temprano y qué cuanto sueño. Me reprimí las ganas de lanzarse un bramido que dejasen dormir a los que podían continuar disfrutando. Pero me reprimí y a las 7 estaba en pie, lista para llegar al hospital y no encontrar a la Castro y tener que mandar a Riman a por las llaves. No queda nadie en el área de administración, todo el mundo agarró vacaciones y sólo queda la López al cargo. Arreglo la máquina de epidemiología, o eso creo, visito a Jorge a arreglarle unas cosas de su máquina también. Envío e-mail a Gundi para confirmar fecha definitiva de vuelo de regreso. Espero contestación de solución para el arreglo del VIP pero nunca llega.

Llamo a Jimmy, le cuento lo sucedido con la cámara y el celular y me dice que se lo mande, que va a ver qué puede hacer.

Llego al Consorcio a buscar el cargador y me encuentro a Alison solita y nos quedamos platicando. Me pregunta si tengo novio, no sé qué responderle. Termino por decirle que tengo años de no tener novio, me quedo pensando, le digo que es porque estoy con mujeres. Pregunta de confirmación por si había entendido bien, efectivamente. Y ella que me pregunta que cómo es con las mujeres, en general vamos, no cae en la típica pregunta de sexo. Le cuento, hablamos, me cuenta, tiene 18 años pero pareciera bastante mayor. La verdad es que es muy bella y parece muy buena persona. Vamos a buscar el almuerzo, con el revoloteo de sociales entrando y saliendo las cocineras no se percatan que no es del equipo del hospital.

Matando el tiempo y transcurriendo horas rápido se hacen las cuatro y media y nadie está listo para ir a correr. La Nelly que se ofrece en acompañarme y la Flor (una de las muchachas del social) que se une. Y mientras yo corro mis 6 vueltas sorprendentemente sin fatiga ellas dan un par andando.

Leti se encuentra mal, con la regla. Le llego a traer la cena a ella y al monstruito y me recibe con lágrimas en los ojos. Mierda y más mierda y es que qué sensibles nos volvemos las mujeres cuando tenemos el viacrucis femenino.

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