··· Cerro Aberdeen y basurero___Miércoles 18 Marzo

Escuchando “Te odio” de Los Seis Días (http://www.youtube.com/watch?v=kxgO7rdkNA0&feature=related), menuda fuerza llevan estas chicas. Y pensar que conocí a Nere y me cantó canciones a la orilla de un falso lago cuando nada de esto tenía montado. La verdad es que me alegro tanto y cuanto y le(s) deseo lo mejor y la mejor suerte y prosperidad.

Estamos a jueves y les escribo mi día de ayer, ya que el ayer fue bastante cansado y no tenía ánimos para escribir. Aunque un día que consigo dormirme temprano y mis trogloditas medioamados se ponen a mirar un partido de beisbol entre gritos y porrazos en las paredes. Resultado, anochecí tarde y amanecí con sueño.

Empecé la mañana con mutuas disculpas de malos modos en bodega de medicamentos. Seguí la mañana preguntando a Ordóñez que qué tal todo con Maritza, bien dijo. Seguimos con el Internet que se iba y venía y Ángel que me regala unos programillas para arreglar la computadora de bodega de medicamentos. Llega Chico con la furgoneta del SILAIS y nos vamos donde Enitel con nuestro código secreto para que nos den autorización para acceder al Cerro. El CPF fue quien nos lo dio, pero es el Ing. Plazaola quien se ocupa de estas cosas.

Es temporada de jocotes.

Subiendo al Cerro, realmente se necesita una furgoneta 4x4 para llegar. A medida que nos vamos alejando las casas se van apareciendo más pobres hasta llegar a casas en medio de la nada, hechas de 4 maderas y con una sola estancia. Ya, finalmente, llegamos al basurero y un olor hediondo nos embriaga la nariz. Espectáculo esperpéntico, montones de basura ardiendo bajo un humo espeso y niños y gentes recogiendo la pura mierda. Vamos detrás de una camioneta cargada de turistas asiáticos que se desvía y se adentra en tal infierno, como si de una atracción de feria se tratase.

Nosotros pasamos de largo, pasamos de largo también los terrenos de algún importante y finalmente llegamos al Cerro. Chico nos indica nuestra antena, pequeña ínfima al lado de las otras gigantescas antenas. La torre, también, aparece como un gigante de hierro entre vegetación. Primero entramos en el edificio, Chico me pide que le saque unas fotos de unos aparatos del SILAIS y yo agarro la centralita Linksys y el teléfono vulgaris analógico para llevarlo al hospital. Salimos y arreglamos el cable al que habían hecho un nudo porque se quedó colgando. Y después de un buen rato de pelearnos con los arneses logramos embutirnos Jimmy y yo en uno. Y a trepar! Todo parecía estar en orden allí arriba, la antena estaba bien fijada al mástil y el mástil estaba bien fijada en la torre. Lo único a tener en cuenta es que los tornillos de fijación estaban unpocobastante oxidados habrá que cambiarlos si no se quiere que se terminen por quebrar. Jimmy observó que se debiesen de haber cubierto de antioxidante y grasa para evitar el oxido.
Ya de vuelta, fotografías al basurero y a sus casa cercanas. Y confirmación de Chico de que el findesemana nos vamos a SanPancho, bien!

Y un recuerdo para alguien que no me tiene que dar las gracias y desde la lejanía, un cálido y cariñoso abrazo. Anda hazme un poco de caso para variar y apacigua tus maremotos.
Intenté finalizar ya con los virus y los antis pero las caídas en el servicio de Internet de Enitel me lo impidieron. Por suerte ya lo único que falta es actualizar el AVG en tres de ellos y arreglar la computadora de bodega de medicamentos.

Instalé la centralita, muy inteligentemente la puse en donde el rack. En fin! Principiante... Luego ya medio deduje cómo conectarla en el donde telemedicina y funcionó! :)

Tuve una charla con la doctora en cuanto a idiosincrasia local. Su definición y bien acertada: somos gente acogedora, humilde, servicial y cercana pero en general también tapudos, chismosos e hipócritas. Totalmente de acuerdo Alma.

Charla en los pasillos con Leti ya que en UCI soy persona nongrata. Bueno, más bien la dirección está nomgrata que yo pase demasiado tiempo allá. Porqué será.

Llegan las 4, me voy al Consorcio y como cada día nos vamos a correr, esta vez 7 vueltas pero me quedo sin hacer abdominales porque están pintando las gradas para el gran inicio de temporada el viernes que viene.

Como cada día me cuesta infinito dormir, decido seguir en acción y después de comer mi gallopinto deluxe me pongo a lavar calcetines y bragas (calzones en nica) y alguna camiseta. Lavo las tenis (bambas) que andaban llenas de lodo, miro un rato la tele, me chateo un poco con Leti (chatear es enviarse sms) y el cansancio y el sueño me acecha. Mosquitera puesta, luz cerrada, ojos cerrados y me duermo para que esos neandertales que tengo por vecinos me despierten.
Por cierto, de camino al estadio pregunté a Espinosa qué había pasado con los cirujanos, que se habían reunido ayer con la dirección. Me contó que el problema venía por las operaciones con…se me olvidó la palabra…eso que te operan con unas cámaras a través de dos hoyos sólo. Bueno pues eso, que se ve que él en su internado había operado con eso per que nunca recibió ningún certificado. Y como el hospital había decidido hacer las cosas bien y había hechos todos los trámites, desde Managua se les exigió que se formasen (lo que hacen todos los hospitales es operar y ya). Pues bien, en Managua hay dos hospitales que se están disputando el instituto nacional de tal práctica, uno de ellos es el que vino a hacerles el curso, el otro es el que está más cerca del partido político gobernante. Así que este último ahorita les está diciendo que no pueden operar porque no tienen ningún título avalado por ellos.

En fin, un compendio de intereses políticos y al final los que acaban perdiendo son los ciudadanos.

PD: Se me estremeció el alma ayer por la noche al ver los videos de las cargas policiales contra los estudiantes. Seguramente sólo me llega parte de la noticia per ese sólo y único hecho ya es aberrante. Me inundó rabia, la verdad. Y me sentí lejana e impotente de no poder poner mi granito de arena, pero en todos lugares no se puede estar.