··· Bienvenida al mundo de la hipocresía___Jueves 19 Marzo

Quise levantare temprano pero no pude porque ayer me dormí bastante tarde. Así que en pijama me dirijo a la dirección a darle las llaves a Alma, suerte que aun estaban en la reunión de traspase de turno.

Me medio quito los pelos que me sobran excepto en las piernas y me voy al trabajo. No hay Internet, ergo no puedo actualizar los dos antivirus que me faltan. El despacho de Medicina debe tener la tarjeta de red fregada porque no hay manera que se conecte. Salgo a comprar unos picos y me encuentro a Moi chapeando en la part de adelante, compartimos picos y me siento a platicar con él resguardados en la sombra de un árbol. Tenía tiempo de no sentarme tranquilamente con él. Me cuenta que le van bien sus clases, me cuenta sus pleitos con la mujer, me cuenta otras cosas. Me cuenta que su mujer no pude ir a clases porque no tienen quien se quede con los niños. Le digo que si aun puede su mujer sumarse a las clases y me dice que había que hablar con el director. Yo le comento que mi abuela me hizo administrativa de su particular pequeña ONG, y que por dinero no será que su mujer no vaya a la escuela. Dice que le da pena, que ya le he ayudado bastante y le digo que no sea egoísta, que a quien estamos ayudando ahorita es a su mujer. Me dice que irá a hablar con el director.

Sale Leti, me dice que se suspendió el bacanaler en la casa de la Amy porque su marido no se ha ido, pero que igualmente me acompaña a depilar y pasamos la tarde juntas. Hago la lista del material para San Pancho y la mando a Jimmy para que mire si falta algo. Llamadas a Carmelo y a Gina para gestionar la logística del viaje, sábado a las 5:30 salimos del HRESB a hacer ruta recogiendo a todo el mundo. El apetito aprieta y vamos a almorzar, la comida ya ni la menciono porque es lo mismo cada semana.

Y aquí empiezan sucesos que no puedo contar. Marcaciones de territorio, secretos en los baños, las paredes que tienen ojos y oídos y se descubre una red de amantes encubiertas digna de novela venezolana. Y yo, que me rio, que no puedo hacer otra cosa que asombrarme una vez mas (y con esta creo que llene el cupo) de la hipocresía de la gente del hospital. De verdad, siento no poder explicar y aun menos dar nombres, pero acá las mujeres con poder tienen a los hombres como títeres y viven mintiéndose unas a otras y callando verdades que todas saben. En el fondo es un juego, y ya estoy metida en ello. Yo también sé jugar, pues. Vamos a jugar a la cúpula de arpías. Pero no puedo mentir ni esconder nada a esa dulcesincera joven de manos inexpertas y corazón sensible, la tengo que hacer partícpe.

Total, que llegamos al Centro de belleza y no hay luz. Ergo, no me pueden hacer la cera. Huimos al Luna’s Ranch a por unas cervecitas y así platicando y con frito compartido pasamos la tarde de buena (y no) manera.

Llego al Consorcio y como pasó la hora del gallopinto deluxe me compro un par de tacos que me regaliman la aguita con crema por todo el pantalón y la camiseta.

Leti dice que se viene a Costa Rica conmigo.

Me llama Leti, está preocupada. Me dice que su niño le ha vuelto a decir que su papa había dicho que ella era una cochina por besarse con una mujer. Me llama Leti, está de los nervios con el niño, dice que es un necio. Miren, yo no se mucho de estas cosas, pero a mi ver Ethan es hiperactivo. Le digo a Leti que se lea lo que le imprimí sobre niños hiperactivos y que yo la voy a ayudar. También le digo que tiene que ser fuerte con lo de la educación del niño, que le tiene que enseñar que una mujer que besa otra mujer no es una cochina, pero que eso está en sus manos decidirlo. Me dice que sí, que no va evitar el asunto (como ha hecho hasta ahorita, porque el niño ya tiene dos veces de habérselo dicho) y que la ayude. Leti no tiene paciencia con el niño, no es su culpa pues, nadie le enseño a educar un niño hiperactivo. Yo tampoco sé, la verdad, pero espero que en algo la pueda ayudar. ¿Saben qué pasa? Aquí en Bluefields no hay ningún psicólogo ni ningún psiquiatra ni ningún neurólogo. Es decir que para cualquier examen y tratamiento hay que ir a Managua.

Leti me dice si con el tiempo y la experiencia uno aprende a ser malo. Le digo que no creo, que quien es bueno lo es y eso no va a cambiar. Pero que uno aprende a lidiar con los malos y jugar su papel para que no le hagan daño a uno. Leti es una mujer de buen corazón, sincera y transparente, sensible y a la vez fuerte, y la admiro por ser así y no dejarse corromper en esta sociedad hipócrita. Pero a la vez quiero protegerla para que no le hagan daño, mejor aprendamos juntas las armas y los equipamientos.

Le gustó la frase de que “me arrepentí de lo que de dejé de hacer, no de lo que hice”. A alguien se la habré robado pero es bien cierta salvo en una excepción que confirma la regla.

Buenas noches Barcelona. Quéjense de la brutalidad policial porfavor. Yo aquí seguiré con mis problemillas tercermundistas.

PD: Me envió un e-mail Kal·la. La semana que viene me uno a ella para hacer turismo por Nicaragua y regresar juntas a Bluefields para que conozca y se regrese a Costa Rica a pasar la Semana Santa. Qué ganas de ver una cara amiga, de amistad desinteresada y sincera. Qué ganas de poder dar un abrazo eterno y expresivo. Cuánto cariño que me falta.