Así que más o menos tarde nos despertamos el viernes, la casa ya quedó vacía excepto por Sonia, que mientras nos duchamos con agua fría y una palangana nos cocina un buen gallo pinto. Tan cocqueta que es la dra la espero tranquilamete balnceadome en una de las 4 mecedoras del cuarto de estar, aquí en todas las casas tienen un juego de mecedoras, recuerdos de un infancia en pueblo.
Nos desperezamos y cogemos un taxi a Comtech, la tienda de ferreteriayredes donde tenemos que comprar 1 patch panel, 2 organizadores de cable para el rack y 1 ponchadora. Esperando a Jimmy que se dilata bastante ojeoamos la tienda y sorprendentemente los equipos de sonido son mucho más baratos, pero los fotográficos y los informáticos son bastante más caros. Llega Jimmy, compramos al final sólo los organizadores porque de lo otro no tenían, y los dineros que salen de mi cuenta bancaria a la que Lorena me hizo una transferencia par compartir gastos, que Albert ya había gastado suficiente y Mateu…en fin, Mateu no suelta un real.
Vinieron también a la ruta de compra Freddy y Melania, ya les había mencionado a Freddy cuando el viaje a Caño Negro, Melania es su mujer. En Sinsa era todo muy caro y finalmente logramos comprar a buen precio la ponchadora y el patch panel en Ceca. Hechas la compras nos vamos a Metrocentro, un centro comercial ubicado en lo que ahora es el centro de Managua, a esperar a los que vienen en avioneta. Tenían que haber llegado con la primera avioneta pero ayer anularon los vuelos debido al viento y todos los que se quedaron en tierra ayer, hoy estan pasando antes que ellos. De repente Mateu dice que no viene, que se queda para hacer trabajo (y es lo que tendría que haber hecho desde el inicio o almenos no venir en avión si tenía intención de pasarselo al CCD, luego va a resultar que sí porque no le devolvian el dinero. Así que mientras esperamos sentados tomando una Toña, yo les cuento un poco sobre Managua.
Managua era una ciuad próspera, con un núcleo urbano bien definido de edificios altos y en la orilla del Lago de Managua, era la capital de una Nicaragua rica. Pero vino la revolución, vino la guerra civil, los jóvenes huyeron a las montañas, y lo peor de todo, vino un terremoto que en los 70 arrasó Managua. Todos los edificios se vinieron a bajo quedando tan sólo 5 en pie, se imaginan? Vidas rotas, cuerpos inhertes entre las runas, familias descompuestas, desgracias personales, un terremoto para el alma, una debastación de la economia. Pero la gente intenta seguir adelante, y así empezaron a construirse sus propias casitas con los recursos con los que contaban por aquí y por allá, sin regla ni estructura alguna. Y es así que con mi pobre prosa y mal y superfluo conocimiento les relato esta triste historia. Y desde ahora quiero dar las gracias a todos los nicas que me comparten sus historias de vida y de país, ellos me aprenden de la historia y de la vida y de muchas cosas que aquí no van a poder ser descritas.
En fin, lo dejé esperando. Otra de las cosas que me han aprendido acá es a esperar: aprendí a sentarme y esperar sin desesperar. Por cierto saben qué? En Managua hay muchas rotondas, y en ellas Daniel Ortega (presidente de Nicaragua, miembro del FSLN y en teoria sandinista; y digo en teoria porque muchos son ya los que dicen que no es esto el sandinismo) ha puesto a oradores. Sí, oradores que se pasan allí todo el día orando por el país. ¿La verdad? Son gentes afectadas por un insecticida que supongo avaló el gobierno y a los que para callar la boca, Daniel les dá cobijo, les da de comer y beber a cambio de que estén todo el día haciendo nada bajo un sol de justicia en rotondas llenadas de carteles de amor y de banderas blanquiazules.
Para situarles un poco: FSLN (Frente Sandinista de Liberación Nacional), MRS (separación del FSLN, alguien a lo mejor se enoja pero en principio son los “verdaderos sandinistas”), PLC (Partido Liberal Constitucional, de izquierdas pero más a la derecha que el FSLN).
Así que llegan los chicos, comemos y nos vamos a no sé cual mercado a coger el bus para Masaya. Todos: Jimmy, la dra, Freddy, Melania, Juan, Alberto Lorena, Mateu y yo. Masaya no está muy lejos de Managua, unos 20 minutos, y es un pueblecito bien diferente a lo que habñiamos visto hasta ahora, y es que no dista demasiado de un pueblo cualquiera que uno pueda encontrar por las Castilla, aunque más coloreado. Casitas de obra, techos aún algunos de tejas, calles más o menos pavimentadas con su “vorera” bonita. Y vamos al mercado viejo. Ya es tarde, son las 4:30, así que aunque el mercado es un enorme entresijo de callejuelas donde no pueden pasar dos a la vez, con milcolores, con artesanía y comidas, con tiendas a lado y lado, vamos directos al sector de artesanía. Allí cada cual busca el precio más barato, y aprovecho para comprar los “souvenirs” que tan poco me gusta de comprar y que luego me reclaman. Per la mama, per l’avia, per la teta, per l’Aura, per la julietta i per la meva princesa. No, no les voy a decir qué es, pero seguro les va a gustar. Y si más adelante encuentro más cosas, las compraré, pero almenos lo mínimo lo tengo ;).
Así que salimos justo cuando el sol empieza ya a perezarse, a tiempo para coger dos taxis (en uno vamos 5) y qu enos lleven al mirador de Catarina. Les cuento, es un lugar fabuloso, atrás queda Masaya y adelante un cráter lleno de agua convertido en un precioso lago, con vistas a un volcán bastante más alto y, allí en la lejanía, la ciudad de Granada (aunque jimmy diga que es Masaya). El viento nos ajetrea y la puesta de sol nos embellece, fotografías para la posteridad y negociamos la vuelta en taxi. Nos esperan a que cenemos y luego nos van a llevar a Managua por 100 C$ por persona, esto serían 5$ por un trayecto de más de media hora, nada mal.
Y nos sentamos en la terracita protegida del fuerte viento, tomamos unas Toñas y yo pido vigorón, que no está malo pero tampoco entusiasma. El vigorón es un plato con yuca cocida, chicharrones (léase cortezas de cerdo) y ensalada de repollo. Las 7 y cogemos el taxi, viaje muy divertido con Jimmy y su granhumor inteligente, la doctora y su risa fácil, Freddy y Melania de tras, y yo delante con los paquetes. A casita a dormir, aunque sea sin colchita con tripita, que mañana a las 9 sale el bus de vuelta a casa. O eso me pensaba…
1 comentario:
el millor que hi ha en el fet de viatjar, és escoltar i coneiéixer la vida i història dels personatges i de l'indret en qüestió. de fet... no cal viatjar per conéixer història, o per interesar-s'hi, però és indispensable saciar aquesta curiositat un cop ets un estrany en terres llunyanes. és a més a més de curiositat, necessitat. completament necessari per integrar-te i apropar-te als altres. per parlar el mateix 'idioma', o si més no, semblant.
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