Uix. Me desperté con una llamada de Leti, que estaba en casa siguiendo enferma, que tenía temperatura y no tenía nada de beber. Fui a traerle unos gateroades y algo para desayunar. Estaba la Elia, me recibió con un burleta: buenos días doña Judit. La Elia, ya harta de vieja que no deja de joder, deja de trabajar en la casa mañana sábado, ha hecho un jugo de cereza para chuparse los dedos.
Allí pasamos la mañana tumbadas en la cama. Yo me desperté mal también, me siento mal, mareada y con temperatura. Se acercan las doce y regreso al hospital a por el almuerzo extraordinadrio que han organizado. Se olvidaron de celebrar el día de las enfermeras y de las auxiliares, así que han hecho un almuerzo para celebrar el día de todas las profesiones del hospital. Decoraron el comedor con chimbombas que infló la Neli, pusieron manteles blancos y rojos e hicieron una especie de sorteo. A mi tocó un juego de aretes y colgante que le regalé a Zuhayra, no eran mi estilo.
Hoy dieron libre por la tarde, a la 1:30 empezó el carnaval que camina por las calles de Bluefields hasta las 5 de la tarde llegando al parque para la coronación de Miss Mayo 2009.
Pero saliendo del comedor me encuentro con Debora ahí sentada. Vaya, cuánto tiempo. Y llegaba a reclamarme, sí hombre, que sus primos me habían miardo en el Cima bailando con ese y con esa y de esta y de esa forma. Y mientras hablaba, porque si algo tiene es que mucho habla, yo la miraba y pensaba en lo bonita que era y no encontraba las palabras para decirle que de todo lo que pensaba, nada. Así que cual cobarde me quedé callada. Nos depedimos con un nosvemosporelparque
Fui a buscar a la gente del Consorcio para irnos al carnaval. Encontramos ya las carrozas que llegaba al parque. Ritmo caribeño festivalero, miles de colores y canciones y tambores y músicas que se le meten a una en los huesos y la mandan a bailar. Pero mi compañía estaba un poco aburrida. Os eché mucho de menos, mucho mucho. Aura me faltaba con sunuestra especial e íntima locura compartida. Carla recordé esas danzas locasetílicas en las tabaladas de Andrea. Ahí me faltasteis mucho.
Cansados de estar de pie, Espinoza decidió que se iba al Consorcio y parece ser que lo que él dice va a misa. Así que yo me despedí y me fui hacia otro lado. De hecho, me fui a casa de Leti a prepararle una tortilla española. Se deben preguntar que qué hago tanto tiempo en su casa, de hecho no es tanto el tiempo, solamente cuando está enferma o le ocurren uno de sus muchos problemas. Y en fin, que platicamos de babosadas, miramos telebasura, nos reímos, nos fregamos y juego con el niño hasta que la Leti acaba harta de los dos.
A las 9, la hora del toque de queda, me regresé a mi cuarto. El grupo de las viejas hoy tuvieron actividad en el Lunas’s Ranch, me invitaron pero no quise ir, mejor mirar el carnaval. Cuando llegué al Conorcio estaban maquinando de ir a comprar guaro, yo tenía intención de echarme a dormir porque tenía todo el día de sentirme enferma. Pero como no tenía internet y ya me conozco mi insomnio, decidí hacerles compañía. Estábamos en intimidad: Espinoza, Pedro, Isabel, Simel, Alina y una muchacha amiga de alguien. A medianoche llegó Susy y se unió. Mis súplicas por ir a bailar no dieron fruto, así que a alguna hora de la noche, caundo el guaro ya me habñia llegado demasiado y se me confundí con el malestar de la fiebre, me fui a acostar.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario