Amanecí temprano con una llamada, Leti tenía que llegar al hospital a cobrar y a arreglar unas cosas y necesitaba que le cuidase al niño. Yo tenía los planes de ir a la finca pero le dije que sí. Total, que me llama después de una hora diciendo que el niño no quería que lo dejase conmigo y que no paraba de llorar, que se lo llevaba a su abuela.
Llamada a la Castro y a las 9 lista para salir a la finca. En el consorcio ahorita no hay vida, hay ebullición. Hasta fila se tenía que hacer hoy para lavar la ropa.
Llego a casa la Castro a las 10, me espero un rato leyendo el periódico y sorprendiéndome una vez más de la imbecilidad de Daniel Ortega. ¿Cómo va a ordenar dejar una negociación con la UE para recibir dinero?
Me voy con Abril y Orlandito en una panga, en ella va la Lourdes (una dra del hospital) y el Dr. Walter (propietario junto con Lourdes de la finca). Va también sus dos hijas y dos niños más que luego sabré que son sobrinos de Anita. Ah! Y como olvidarme de Don Jorge, el padre del Dr. Úbeda y un personaje que ya bolo no parará de tirarme piropos hasta ser profundamente cansino.
Tan lenta va la panga que poco antes de llegar a la finca nos alcanzan Anita, el Dr, Úbeda, una abuela, una niña pequeña y la Dra Castro. Estos somos los protagonistas del día de hoy. La finca es una casa de madera, con su falda, sus mecedoras, sus paredes de madera también y su nocieloraso. Andamos toda la comida hech:, vigorón, sopa de res, chicharrones y coctel de camarón. Que no falten los mangos, los jocotes y el maní para picar. Y cómo no, el guaro. Una botella de Extralite y otra de Granreserva para beber con hielo, gaseosa y unos chorretones de limón.
Y así la pasamos, comiendo, tomando, platicando, los niños jugando el piscina de plástico, buscando almejas y recuperando la (buena) relación con la Castro. Últimamente yo no sé si eran sus tensiones en el trabajo o si eran las tensiones que yo me he buscado, pero algo andaba mal en docencia.
De repente y derepente se pasaron las horas y empezamos a recoger. Entre todos se acaba rápido el trabajo y vamos a montarnos en las pangas, tenemos que ir a una punta porque bajó la marea y el muelle quedó seco. Me dice la doctora que nos cambiemos de panga a la vuelta para ir ella con sus hijos, no problema así llego más temprano y puedo pasar por casa de Zoila que me dijo que tenía sopa de marisco para mí.
Es una atardecer impresionante, sublime como belleza tenía tiempo de no ver. La bahía con los reflejos plateados de las olas ya oscuras, el recorte oscuronegro de las palmeras y los árboles de Bluefields, el impresionante cielo que empezando en rojointenso sube anaranjeándose pasando por pálido y azuleándose en celestedivino mientras se va oscureciendo hasta terminar en un azuldensooscuro con puntitos que ya despuntan de estrellas a vidaslejanas y nuestra amadaluna que corona el cielo. ¿Es o no impresionante?
Pero lo que parecía cielo se convirtió en infierno. Llegando al muelle ya estaba completamente oscuro. Úbeda apaga el motor y la delantera de la panga empieza a hundirse y entra bastante agua, los niños empiezan a chillar. Vuelve a encender el motor pero la parte delantera no levanta y continua entrando agua, desesperación. Suerte que estamos cerca del muelle, sigue entrando agua, ya está la parte delantera hundida. El muelle queda cerca y tiro mi mochila para despreocuparme de la cámara (reflex), no le do lo suficiente fuerte y choca contar el muelle para caer al agua. Joder! Los niños siguen chillando, da igual la mochila, la panga continua hundiéndose. Úbeda y yo salimos de la panga, el agua nos llega a la cintura. Empujamos la panga hasta quedar al lado de otra panga que estaba amarrada al muelle. Los niños están llorando. Saco a uno de ellos y me voy corriendo a sacar la mochila del agua, por suerte está ahí flotando. Regreso corriendo y sacamos a los niños y a la abuela, Anita se apaña sola y nos ayuda. Se me perdieron las chinelas, andan flotando por ahí así que estoy de pies desnudos en esa jodida bahía asquerosa llena cualquier cosa.
Ya remolcamos la panga tanto como pudimos y agarramos todos los chunches, Úbeda dice que ahí la dejemos. Subo, recupero mis chinelas y voy a mirar la mochila, agua. Miro la funda de la cámara, agua. Miro la cámara, más agua. Y lo peor es que es agua salada. Con el ajetreo hasta me olvidé que andaba el celular en el bolsillo, así que él también se hundió.
Los niños están temblando y llorando, están asustados. Dice Anita y la abuela que lo que le preocupaban eran los niños. Bueno, yo tenía claro que ellos no se iban a ahogar, porque dos pequeños yo los podía aguantar, así que sólo me quedaba mi cámara y miren qué pasó. Anita me dejó unos pantalones y una camiseta. Obviamente también se me había mojado el monedero pero tranquilamente el taxista no tuvo ningún problema en aceptar el billete.
Me duele el dedo gordo del pie, no sé cómo me lo hice, debí de darme con alguna cosa en las profundidades inexploradas de la bahía. Llego al Consorcio y ahí está el equipo Toña esperando para que les cuente mi aventura. Me dicen que mejor me hubiese quedado con ellos yendo al partido de beisbol. De hecho no estoy para bromas, pero me hacen reír un rato. De pet a la ducha a desinfectarme de toda esa porquería. El celular no enciende, la cámara tampoco y además hace una cosa rara, lo desbarato todo y lo pongo encima de una silla enfrente del abanico a que se seque.
Me duele bastante el dedo, no tengo el número de Zoila, le pido a Nelly si se puede llegar a su casa y contarle y decirle si siempre se hace la excursión mañana. Mientras sigo la dinámica del día de tomar y comer, los muchachos están animados.
Llega la Nelly con buenasmalas noticias y me trae una pana con sopa de marisco de parte de Zoyla. No se hace la excursión. Malo, porque es malo. Bueno, porque no sé si mi dedo estará para ir de excursión mañana y porque…porque otras cosas.
Así que aquí estoy, con los muchachos animados para ir al Cima. Las jovencitas nuevas también. Y yo con guaro en el cuerpo pero doliéndome el dedo del pie. Así que ya veremos qué vamos a hacer.
PD: Siento si no les escribo a diario, de hecho sí lo hago lo que pasa es que tenemos problemas con el Internet. Y siempre es problema del servidor DNS, aix Mateu! jejeje!
PPD: Ya empiezo a dominar el tema de las mazas (aquí les llaman clavos o bolos). Puedo hacer unos cuantos movimientos más o menos decentemente.
1 comentario:
espero que set curi abiat,
el dit, vaixa viatxet, i vaya merde entre la camarai el movil......... espero que tot s'arregli
un peto mol fort
l'avia
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