lunes, 23 de marzo de 2009

··· Operación San Pancho___Sábado 21 Marzo



Cuesta un poco levantarse a las 5 habiéndose ido a dormir a la 1. Pero más o menos se consigue y Alejandro me pita para que salga con una mochila (de sustancias con burbujas), dos mochila (de cables y aparatos varios), tres mochila (con una poquito de ropa), y 8 tubos pvc de 1pulagada y 6 metros de largo. Taxín! Y empezamos la ruta de recogida de aventureros.

Dilatamos un poco porque tenemos que volver al hospital a buscar una cosilla que me olvidé. Dilatamos un poco más porque el desastre del panguero y Chico no fueron capaces de ir a a sacar el zarpe mientras íbamos a buscar a Ángel.

3h y media de viaje y unos cuantos troncos estampados contra la panga, esta vez el río está un poquito más seco. Está bueno viajar con Jimmy porque sabe de todo y cuenta sobre todo. Me explicó que cuando era chavalo tuvo que estudiar para optar a una beca de intercambio cultural con una ciudad de USA y había que pasar un test. Sacó la máxima nota del test pero no optó a la beca por los resultados académicos. Si es que se estudia mejor cuando hay una buena motivación.

Como a las 10 llegábamos a San Pancho. Poquito tiempo para probar conexión y formatear la computadora antes del almuerzo, una excelente sopa de carne hecha por Carmelo. Digerido un poquito Jimmy yo nos subimos a la torre y allí pasamos como una hora tostándonos al sol e intentando averiguar el problema. Un problema, el pc tenía la tarjeta de red desconfigurada así que formateamos. Dos problemas, el jack estaba dañado. Pusimos una hembra en el cable que iba a la antena y cambiamos el otro cable por el de cat6 que habíamos sacado del hospital (de la conexión que TSF puso de telemedicina al switch que había antes). Tres problemas, hay conexión hasta el VIP pero no del VIP de San Pancho al VIP del Cerro. Llamo a Rafa reiteradamente y no contesta. Llamo a Lorena, está con Alberto en Madrid, me dicen que saque el VIP y que lo traiga a Blf para hacer pruebas. No podemos ver si la antena está desapuntada porque el GPS no localiza los satélites así que decidimos esperar a la noche, subir a la torre para ver que la antena está bien apuntada (por la noche se ve la luz del Cerro) y ya al día siguiente sacar el VIP.

Nos ponemos a halar el cable por el tubo de pvc, desde lo alto de la torre bajando por un pilar, pasándolo por la zanja que habían hecho la gente de San Pancho y hasta el puesto. Vamos uniendo los tubos con pega, ponchamos una hembra en el cable que va del VIP al empalme, ponemos un macho en el cable que va del empalme a la PIU y los sellamos todo con bastante tape (no pudimos poner las tapitas del conector hembra porque si no no cabía en el tubo).

Ya lo único que queda es desconectar la placa solar que estaba quebrada antes de que anochezca completamente. Son las 5:30 y queda poca luz, la justa para bajar hasta el lugar donde vamos a cenar. Muy rica la cena y muy romántica (por decir algo), porque de hecho acabamos contando historias de miedo a la luz de una vela. El pueblo se empieza a llenar de focos y de gente andando a oscuras, gente que nosotros no vemos pero sí nos ven. Oscuridad total. Con la panza bien llena regresamos al puesto, 6 personas a la luz de un solo foco, bastante divertido. Recogemos nuestras cosas y nos vamos a la casa de Acción Médica. Más oscuridad hasta que Chico trae una planta eléctrica que nos presta Concho para iluminar un poco la estancia y para mirar una película de terror en la laptop de la doctora. Estoy rendida, soleada, con 4horas dormidas y sin ganas de ver una película de miedo (no tengo nadie a quien agarrarme así que ¿dónde está la gracia?). Tras unas cuantas Toñas me voy a la cama, una cama para mí solita. Jimmy insiste en dormir en la hamaca, Chico ángel y yo en una individual (cada uno) y la Dra comparte cama de matrimonio con Isabel. Me da qué pensar que no dijera de dormir conmigo y dijera de dormir con esa muchacha que no para nada conoce, en fin!

Por cierto, brutal ver a un niño de 4 años montado en caballo y llevando por paquete a una niñita de 3.

Por cierto, comí peras rojas. Ya van a ver en la fotos. Así son la peras nicaragüenses, ricas ricas pero un poco amargas. Habían palos repletos de ellas y la gente que ni caso le hacían.

Por cierto encontré a alguien con quien escandalizarme de la poca conciencia de noensuciar de la gente. El río mismo, lleno de botellas de plática aquí y allá. Las calles de San Pancho, con algunas y bastantes botellas y plásticos.

Por cierto, meé en una letrina. Qué asquito me dio, estaba limpio de hecho pero poner el culo en la madera esa más bien apuntando y pensar que allá bajo estaba lleno de caquita y orín. Y me bañé en un cubículo hecho de madera y chapa en el que si me agachaba a tocarme los pies me tocaba el culo en la pared.

En fin, que San Pancho es muy bueno para pasar algunospocos días de tranquilidad, pero no demasiados.

Eso sí la noche es espectacular, no veía tantas estrellas desde esas noches de campamento en la alta montaña catalana. Y ni así, me hubiese quedado allí sintiéndome ínfimapequeña durante toda la noche. Y es que cuando una mira tanta infinidad de estrellas una empieza a divagar sobre el universo y la vida extra terrestre y otras muchas filosofadas. Y una se siente bien.



1 comentario:

Anónimo dijo...

No sabia que trevallaveu em disapte............

mols petons

l'avia